Sonia Vélez

Hola, Soy Sonia Vélez y soy comadrona desde los 3 años, aunque no obtuve el título académico oficial hasta los 24 y cada día aspiro a ser merecedora del honor de ser comadrona.

Vi un programa en la tele (más vale prevenir de Ramón Sánchez-Ocaña) donde se veía a una mujer pariendo en un hospital. Me impactó. Fui a buscar a mi madre para preguntarle si yo le hice mucho daño cuando nací, ella me dijo una mentira piadosa,pero sabía que me mentía y cogí un gran berrinche. Desde ese momento supe que yo quería estar al lado de las mujeres,sosteniendo,protegiendo, alentándolas,aliviando,compartiendo y gozando la llegada de vida a nuestra vida.
Pero fui creciendo,estudiando, domesticándome, y escondí gran parte de mi sabiduría innata y de la esencia de mi destino. El sistema educativo y sanitario me convenció para ser enfermera especialista en obstetricia y ginecología. Era lo más parecido a mi destino. Aprendí mucho y lo tomé como axioma, sabía todas las técnicas y todos los protocolos que me sometían a trabajar con unas reglas y sometía a las mujeres para cumplirlos, no se me ocurría otra opción. No me la dieron quienes me hicieron matrona y yo no la busqué y lo lamento profundamente.Ser matrona era un trabajo a veces más bonito,a veces menos,pero rutinario: medicación, epidural, sácamelo, Enhorabuena….cadena de montaje….era matrona o pintaba puertas en la Ford? Algo no me cuadraba,esto no era lo mío. Di algunos tumbos,empecé a estudiar fisioterapia, me apunté a muchos cursos para matronas y seguía bastante insatisfecha con la matrona que era.

El uso de la www y redes sociales me ha formado como comadrona,  ay,que descubrimientos! El primero Inma Marcos, mi gurú, como dice mi familia. Esa matrona valiente y honesta supo encontrar un camino alternativo mientras yo seguía por la senda pastoreada por donde íbamos casi todas las que salíamos de la factoría de matronas. Que gran descubrimiento,q inspiración… Y cuantas matronas más encontré bien formadas, aplicando la evidencia científica con respeto y veneración al nacimiento, a la experiencia vital de ser madre,sólo usando la técnica en los contados casos en que la naturaleza no es perfecta.

Hice una formación para comadronas de parto en casa y conocí a Agathe,a Marta y a Gemma, comadronas valientes y coherentes que veneran la sabiduria de las mujeres para parir y la sabiduría de los bebés para nacer. Ellas me dan la mano y me dejan caminar a ratitos a su vera.

Aún sigo trabajando en un paritorio donde llevo casi 17 años,donde ya nada es igual que hace 17 años….. ahora me parezco más a la comadrona que quise ser a los 3 años, ella es mi destino.

Gracias a la vida